¿Cómo conmemoraban los antiguos mexicanos la muerte? OrÃgenes del DÃa de Muertos
- Teoenbici
- 9 oct 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 27 oct 2024

El DÃa de Muertos como lo conocemos hoy es una tradición que nace del mestizaje, fusionando la veneración a la muerte de las culturas indÃgenas con influencias de la religión católica. Esta celebración es un reflejo de la riqueza cultural y espiritual de México, donde se honra a los difuntos de una manera que combina historia, rituales y costumbres con profundas raÃces.
¿Cómo era el DÃa de Muertos prehispánico?
El origen del DÃa de Muertos tiene raÃces en las culturas prehispánicas, como la mexica, donde la muerte era vista como el comienzo de un viaje al Mictlán o inframundo. Este reino de los muertos simbolizaba un lugar de descanso final al que llegaban las almas después de recorrer nueve niveles. Para los mexicas, el alma estaba compuesta por tres entidades anÃmicas: el tonalli (en la cabeza), el teyolia (en el corazón) y el ihiyotl (en el hÃgado), que juntos emprendÃan la travesÃa hacia el Mictlán.

Tlaltecuhtli era la diosa de la Tierra que se encargaba de devorar los cadáveres; de acuerdo al mito azteca, tras devorar los cuerpos, esta deidad parÃa las almas, las cuales podÃan iniciar asà su camino hacia el Mictlán.
Almas y Destinos de los Difuntos
En la cosmovisión mesoamericana, las almas no tenÃan un destino único al morir; los difuntos eran asignados a uno de cuatro destinos especÃficos según la forma de su muerte:
Chichihuacuauhco: un lugar donde iban los niños fallecidos, donde habÃa un árbol cuyas ramas goteaban leche.
Omeyocan, o el paraÃso del Sol: reservado para guerreros caÃdos en combate y mujeres que morÃan en parto, quienes, después de cuatro años, regresaban como colibrÃes.
Mictlán: el destino común para quienes fallecÃan de causas naturales.
Tlalocan, hogar de Tlaloc: un paraÃso acuático destinado a aquellos que morÃan en circunstancias relacionadas con el agua o fulminados por rayos.

Tlalocan. Tepantitla, Zona arqueológica de Teotihuacan, Estado de México. Foto: Oliver Santana / RaÃces
El DÃa de Muertos en el México Prehispánico
En las culturas mesoamericanas, la muerte era vista no como un final, sino como el comienzo de un viaje hacia el inframundo, especÃficamente hacia el Mictlán, el reino de los muertos. Los mexicas, uno de los pueblos más representativos de Mesoamérica, creÃan que el alma debÃa atravesar nueve niveles para llegar a este lugar. Estos nueve niveles representaban pruebas y desafÃos que el difunto debÃa superar, y este proceso era visto como un regreso simbólico al vientre materno, la tierra. El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, en su obra Vida y muerte en el Templo Mayor, explica que este simbolismo de los nueve niveles puede estar relacionado con las nueve ocasiones en que la mujer deja de menstruar durante el embarazo, lo que refuerza la idea de un retorno a los orÃgenes.
Los antiguos mexicanos no realizaban altares u ofrendas en fechas especÃficas para los muertos como en la actualidad. Más bien, se enterraba al difunto envuelto en un petate junto con objetos personales, alimentos y, a veces, incluso perros, quienes serÃan sus guÃas en el inframundo. Las festividades dedicadas a los muertos en el calendario mexica se celebraban en agosto y septiembre, y consistÃan en rituales de homenaje y agradecimiento a los difuntos. Estas celebraciones eran conocidas como Miccailhuitontli para los niños y Hueymiccailhuitl para los adultos, y ambas duraban 20 dÃas.

El festejo del DÃa de Muertos durante el 1 y 2 de noviembre es netamente católico, pues los antiguos mexicanos tenÃan otras fechas para el culto a la muerte.
El 1 y 2 de Noviembre en la Tradición Católica
Contrario a lo que se cree, el DÃa de Muertos no es estrictamente una festividad prehispánica ni producto directo de un sincretismo indÃgena-europeo. En realidad, los dÃas 1 y 2 de noviembre se originan en la Europa medieval y fueron instituidos por la Iglesia Católica.
El 1 de noviembre, DÃa de Todos los Santos, fue creado en el año 609 por el Papa Bonifacio IV. Este dÃa fue dedicado a honrar a todos los santos, conocidos y desconocidos, como una respuesta contra las festividades paganas. La consagración de esta fecha buscaba reunir en una sola celebración a los mártires cristianos.
El 2 de noviembre, DÃa de los Fieles Difuntos, fue instaurado en el año 998 por San Odilón, abad del monasterio de Cluny. La festividad nació tras una visión en la que un ángel pedÃa a San Odilón que instituyera un dÃa de oración por los muertos para ayudar a las almas atrapadas en el purgatorio a alcanzar la salvación.
El Origen del DÃa de Muertos Actual
Con la llegada de los españoles y la imposición del catolicismo, estas celebraciones se fusionaron con las prácticas indÃgenas. A lo largo de los siglos, el DÃa de Muertos se transformó en una tradición única, donde el simbolismo prehispánico y las creencias cristianas coexistieron y dieron lugar a los coloridos altares y ofrendas que conocemos hoy. En la actualidad, el DÃa de Muertos honra tanto a los seres queridos fallecidos como a los antepasados, evocando una rica herencia cultural que conecta el pasado indÃgena y las creencias cristianas.
Fuentes:
